FOTO: Ventana al cielo. Blanca Langa |
Entre líneas perdidas
busqué miles de estrellas.
Los balcones del alma
se abrieron a la luz.
Se quedó abierta el alma,
abierta la ventana
que dibujaba el cielo.
Mas nadie vino entonces.
Nadie ha venido ahora.
Mañana seguirán
el alma y la ventana,
abiertas hacia el cielo.
Dejar el alma abierta, como lo has dicho en tu precioso poema, a la par que esa ventana, es como ponerse en el corazón de la vida misma.
ResponderEliminarUn abrazo
Siempre dejo el alma abierta, pero no siempre con la misma esperanza.
ResponderEliminarGracias por estar ahí, Bocanegra.
Un abrazo.