Molinos en la noche. Blanca Langa |
Aún están ahí, tal como
eran,
mis sonrisas felices y mis
sueños
de mariposas grandes y de
azúcar.
Aún están ahí, en vuestra
fuerza,
las alas arrancadas a mis
miedos
bajo la atenta luz de
vuestros ojos.
Y sé que aún vigiláis mis
ilusiones
-que aún están ahí-, igual
que entonces,
cuando cabía el mundo en
vuestras manos
y todo era más fácil y
seguro.
Aún podemos dejar que se
deslicen
nuestros dedos de lluvia en
los cristales
y dibujar los sueños en las
nubes.
(Porque aún están ahí, casi
intocables,
vuestra sonrisa azul y mis
recuerdos).
(De
“Poemas a viva voz”, 1994)
Pues que sigan ahí y nunca desaparezcan, ni tu sonrisa ni tus sueños, porque en el fondo esa será la auténtica llamada de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Gracias, Rafael. Es un poema viejo, dedicado a mis padres. La verdad es que los echo de menos y en estos días, bastante más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermoso
ResponderEliminarGracias, Amaia. Bss.
ResponderEliminar