A este lado del mar
¿en qué plaza-de-mayo gritaría tu nombre?
¿qué desnuda pared se poblaría
con las mágicas letras de tu nombre?
En la eterna serpiente
que se muerde la cola
y soporta los pasos que pisamos,
este círculo eterno
donde –como yo- van,
volviendo al mismo origen del camino,
otros pesados pasos, repisando
las repasadas huellas de la angustia…
¿a quién he de gritarlo?
A este lado del mar
me pierdo pensativa
detrás de una trinchera de palabras,
cubierta mi cabeza
con el secreto grito de tu nombre
grabado en mi pañuelo.
(De "Franjas de sombra")
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