lunes, 8 de agosto de 2011

CUENTO

               (para Teresa y para todos)

Quizá hubiese llegado
a ser rey de los negros
parisinos,
camello de prestigio,
traficante de sueños y poemas…
y allí estaba tirado
en un andén del Metro,
hecho un cadáver.

Impresiona la muerte
en cualquier parte,
detiene a los curiosos,
frena el paso.

Quizá hubiese llegado…,
estaba muerto
en las artificiales entrañas de la tierra
tuvo flores de sangre,
pero nadie le dijo
que el sol brillaba afuera,
nadie le conocía.

Y ese día
sonaron
los tambores
de los negros
en un andén del Metro,
hondos
y minerales.
Sonaron
los tambores
subterráneos,
vibraron
las entrañas de la tierra
y el negro acuchillado
ya no pudo escucharles.

(De "Cementerio de gorriones")

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