“Pobres poetas, pobres hermanos de los perros”
( Luis Andrés)
Era un lugar de sombras.
Acechaba el dolor las patas de los perros
y marcaba con brasas corazones dormidos.
Mutilaba la risa la tristeza.
Un no quedarse,
un nunca,
a ningún lado.
Pero alguien dijo: “¡Aquí!
¡Hoy es el día!”
Se fueron acercando con su miedo,
las frentes seccionadas por el hacha
de un finísimo rayo de deseo.
Encendieron la sed y la esperanza:
-Háblanos tú, que entiendes el vacío.
Aún no hemos abrazado entre las sombras
la mitad intocable de nosotros.
(Y les abrió la paz en las palabras).
-Háblanos tú, que nombras las estrellas.
(De "Poemas a viva voz III")
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